domingo, 26 de noviembre de 2017

AMOR CONSTANTE MÁS ALLÁ DE LA MUERTE


Cerrar podrá mis ojos la postrera 
sombra, que me llevare el blanco día; 
y podrá desatar esta alma mía 
hora, a su afán ansioso linsojera; 
mas no de esotra parte en la ribera 
dejará la memoria en donde ardía; 
nadar sabe mi llama la agua fría,
y perder el respeto a ley severa: 
Alma a quien todo un Dios prisión ha sido, 
venas que humor a tanto fuego han dado, 
medulas que han gloriosamente ardido, 
su cuerpo dejarán, no su cuidado; 
serán ceniza, mas tendrán sentido. 
Polvo serán, mas polvo enamorado.

Francisco de Quevedo y Villegas.

viernes, 24 de noviembre de 2017

AMAR EN TIEMPOS REVUELTOS


El gran dictador se estrenó en 1940. Muy valiente debió de ser Chaplin cuando se atrevió a hacer esta parodia sobre alguien tan temido y poderoso en ese momento y al que los dirigentes de medio mundo intentaban apaciguar, sin conseguirlo. El discurso final de esta película ha tenido muchas lecturas, algunas en clave política. No sé qué pensaba Chaplin cuando le dio ese contenido, pero para mí son palabras contra la oscuridad y la maldad que habita en todos nosotros (aunque en unos más que en otros). Es un canto a la libertad y a la esperanza cuando todo parece perdido. Un canto a todo lo que de bueno habita en el ser humano. 

Así que, pase lo que pase, no desesperes y sigue luchando por la vida.



miércoles, 28 de diciembre de 2016

NUNCA ES TARDE




Durante años estuvo visitando el mismo prostíbulo para ver a una pelirroja llamada Ickaterina Pewlowna. Si había otro que estuviese con ella, Baranowicz, amante paciente, la esperaba. La muchacha fue envejeciendo, se teñía el pelo plateado e iba perdiendo un diente tras otro, y perdió hasta la dentadura postiza. Baranowicz tenía que esperar menos cada vez, hasta que, al final, él era el único que iba a ver a Ickaterina. Ella comenzó a amarlo. Su anhelo ardía durante todo el año, el anhelo tardío de una novia tardía. Cada año era mayor su ternura, más fuerte su pasión, ya era una anciana; con la carne marchita gozó el primer amor de su vida.
Baranowicz le llevaba todos los años los mismos collares chinos y pequeñas flautas que él mismo tallaba, con las que imitaba las voces de los pájaros.

Joseph Roth. "Fuga sin fin". Traducción de Juan Luis Vermal. Ed. Acantilado.



lunes, 13 de junio de 2016